¿Pero es responsable con su error?
En muchas ocasiones hemos abordado los errores médicos y las Negligencias Médicas desde nuestra experiencia profesional tanto con el Paciente, como en la Sala de Vistas o los procedimientos jurídicos y administrativos… y en la mayoría de los casos echamos en falta la opinión sincera del profesional causante del daño.
Por que es así, los errores médicos pueden causar un daño que el enfermo no espera, no desea y que puede limitar y condicionar su vida para siempre. Los profesionales sanitarios son conscientes que su labor puede perjudicar gravemente a una persona… queriendo ayudarla, si, pero un error, una falta de atención, un mero equivoco puede tener consecuencias gravísimas.
¿Reconocer el error? Ni hablar
A pesar de que poco a poco se va extendiendo una corriente en algunos países, más propensa a reconocer los errores médicos beneficiando así, directamente, la relación médico-paciente, los profesionales de nuestro país, por lo general, no son muy dados a reconocer un error.
Diversos estudios internacionales mencionan como causas por las que los profesionales de la medicina no reconocen sus errores, las siguientes: El temor a la demanda judicial, la vergüenza de tener que reconocer un error y una tercera causa muy relacionada con la anterior que es no saber cómo disculparse.
De vergüenza nada
No debería tener nada de qué avergonzarse un profesional que ha puesto su empeño en ayudar a un enfermo y que, lamentablemente, ha tenido un error o se ha equivocado. La Vergüenza y no saber cómo disculparse pueden venir muy de la mano por la arrogancia de ser un profesional de la medicina, por lo que reconocer abiertamente un error puede ser un buen ejercicio de humildad, honestidad, humanidad y por supuesto, responsabilidad.
Temor a la demanda judicial
Hemos de aclarar que no todas las malas praxis producen daños, ni todo daño es a causa de una mala praxis. Por eso mismo, no todo error conducirá necesariamente a una reclamación judicial ni todas las reclamaciones prosperan pues, para que exista negligencia médica, ha de haber un daño y ese daño ha de ser causa directa de la intervención médica. Ver: ¿Qué es una Negligencia Médica?
No obstante, SOLO una actuación con dolo e imprudencia grave podría llevar al médico a prisión, es decir, unos casos muy graves, y tasados. Las demandas penales son las menos habituales en este ámbito ya que, como hemos dicho, el Médico debería de actuar con incuestionable y flagrante mala fe o temeridad.
Para el resto de Negligencias Médicas o Mala Praxis, el enfermo, el afectado, lo que busca, lo que necesita es una compensación ante ese error que le puede haber causado lesiones de por vida o incluso haberle costado la misma. Es de justicia y de humanidad que sea compensado de forma equitativa al mal causado y como tal, la propia Administración Sanitaria debería ser la primera en facilitar y ofrecer acciones legales para que se pudiera llegar a un justo resarcimiento.
Las segundas y terceras víctimas
En el ámbito de las Negligencias Médicas así se denomina a los otros perjudicados, siendo tanto el personal médico o sanitario, como el Centro Hospitalario, como incluso las Compañías de Seguros.
Aunque, a nivel personal, difícilmente podemos llamarles “víctimas” a todos estos actores si lo que hacen es, poner trabas a los perjudicados y sus familiares, tales como:
- Negarse o hablar con ellos el equipo médico
- Negar o mentir acerca de lo que ha sucedido en quirófano
- No asesorarles por si quieren reclamar
- Negarles o retrasarles conscientemente la entrega del Historial Clínico
- Retrasar conscientemente los pasos para propiciar que el perjudicado pierda el plazo para emprender una acción judicial
- Negar una mala praxis de un compañero (corporativismo)
- Entre otras muchas más…
Si nos imaginamos lo mal que lo debe pasar un profesional médico ante un error que haya cometido… ¿Cómo lo debe estar pasando el afectado y sus familiares?
Si la «Segunda Víctima» ofrece todo su apoyo y ayuda a la víctima de una Negligencia Médica, estamos convencidos que su prestigio, en lugar de bajar, subirá por las nubes. Pocos son los valientes que se atreven a decir la verdad, a reconocer un error. Y eso les honra.
Para todo lo demás, están los Seguros.