Posiblemente uno de los mayores errores de gobernantes y autoridades sanitarias durante la crisis del coronavirus ha sido no saber valorar lo que se nos venía encima. La ligereza e incluso prepotencia de que en Europa no pasaría nada ha sido, sin duda, uno de los motivos por los que este virus ha pillado desprevenidos a los responsables sanitarios y políticos.
Si echamos la vista atrás, en los días anteriores a que nos llegara la pandemia, o al principio de la misma, para muchos ciudadanos esto era algo así como una gripe. De hecho se solía comentar que la gripe “mataba más” que el COVID-19. La realidad y la evidencia nos ha hecho caer de bruces después de todo lo que ha sucedido.
Las 4 fases de la desescalada
Ahora que se está elaborando un plan por fases para poco a poco, ir recuperando la normalidad, es cuando no se debe perder la prudencia ni la sensatez. Esta enfermedad no está precisamente controlada, por lo que la posibilidad de rebrotes es muy factible si no se toman medidas estrictas que nos permitan salir de nuestro confinamiento con seguridad para nosotros mismos y para los demás.
Por ello, las Administraciones públicas deben velar por que la responsabilidad impere en nuestros actos al recuperar esa normalidad.
No debería ser permisible ni deberíamos permitir ver imágenes de personas haciendo deporte por el parque como si de una maratón se tratara, formando grupos, multitudes, casi auténticas melés, que lo que pueden provocar es aumentar el número de casos, aumentar el número de sufrimientos y de fallecimientos
Llevamos ya muchos muertos a nuestras espaldas como para actuar irresponsablemente. Hemos de ser conscientes con la responsabilidad que conlleva esta fase de reapertura. Prudencia y Sensatez ha de estar en nuestro vocabulario y en nuestra mente.
Coronavirus COVID-19