Denegación de ingresos hospitalarios: Vuelta a las andadas
En efecto. A través de un diario, la semana pasada se “destapó” un protocolo de la Consellería de Sanitat en la que se instaba a evitar el ingreso hospitalario a pacientes con diagnóstico de neumonía y que puedan estar contagiados de Covid-19.
Las decisiones NO se toman bajo criterios clínicos
Sanidad NEGÓ rotunda y taxativamente que existiera dicho protocolo, en el que se “seleccionaba” qué pacientes se podían ingresar y qué pacientes no. Pero una vez que el mencionado diario publicó la imagen de dicho protocolo escrito y con el membrete de la Consellería, Sanidad ya no pudo negar una evidencia tan palpable.
La Consellería, entonces, se vio obligada a desdecirse y reconocer la existencia de dicha normativa, intentando justificarla aludiendo que los pacientes que no reciban ingreso hospitalario recibirán un seguimiento telefónico y si empeoran, entonces sí, podrán ser ingresados en un hospital.
Los médicos se quejan
Y con razón. El criterio de quién ha de hospitalizarse o no, ha de ser SIEMPRE el criterio del médico. La Administración sanitaria ni puede ni debe inmiscuirse en las decisiones médicas. Es el Médico el que valora al paciente y es el médico el que debe decidir las necesidades clínicas del mismo. Decidir quién se ingresa o no bajo un criterio puramente administrativo y clínicamente subjetivo es negar el acceso sanitario a los pacientes y poner en riesgo su salud.
¿Cuál es el protocolo?
Básicamente, Sanidad obliga al profesional a negar el ingreso hospitalario a un paciente si éste tiene neumonía y posiblemente covid cuando su riesgo de muerte sea bajo o intermedio. El enfermo habrá de volver a su casa y esperar un seguimiento telefónico.
Pero ¿Y si se complica la neumonía? Es el médico el que ha de valorar si el paciente ha de estar ingresado en observación o ha de tener un tratamiento específico, NUNCA darle el alta hospitalaria para que otro sanitario lo valore telefónicamente cuando pueda llamarle.
Tropezar en la misma piedra
Tremendamente dolorosa es la herida (y que aún supura) sobre la denegación de tratamiento sanitario a tantos y tantos enfermos, principalmente ancianos, que durante la primera ola, murieron sin asistencia sanitaria al CERRARLES literalmente las puertas de los hospitales y permitir que fallecieran abandonados, sufriendo en soledad… Y parece ser que la Administración Sanitaria aún no tiene la suficiente conciencia del daño, del perjuicio que se le causa a una persona negarle la asistencia sanitaria que necesita.
Es el médico quién ha de valorar quién se ingresa y quién no. La misión de Sanidad es otra: La de dotar de todas las herramientas precisas a ese médico para que pueda garantizar un tratamiento sanitario correcto a los pacientes. Este tipo de protocolos NO deberían darse NUNCA.
Fuente de la información: El Español. para acceder pinchar AQUÍ